Concurso “De boca en boca. Experiencias pedagógicas de inclusión educativa.”

Inquietos, curiosos y apostadores

“Conectate a la pasión de educar” concretó el primer concurso de experiencias pedagógicas inclusivas. Participaron 50 proyectos provenientes de diferentes lugares de la provincia y de todos los niveles educativos. Los trabajos presentados abordan diversidad de temáticas desde propuestas innovadoras y creativas. Presentamos aquí, las principales reflexiones que el Instituto de Capacitación e Investigación y Conectate realizaron respecto de la iniciativa concretada.

Durante los meses de septiembre y octubre, el sitio web “Conectate a la pasión de educar” de UEPC llevó a cabo el concurso de experiencias pedagógicas de inclusión educativa “De boca en boca”. Una iniciativa cuyos objetivos fueron: por un lado, mostrar parte de los esfuerzos que las escuelas realizan para sostener y profundizar los procesos de igualdad educativa; y por el otro, conocer y reconocer las propuestas inclusivas que los docentes realizan cotidianamente. Porque como gremio, entendemos que las prácticas pedagógicas innovadoras que muchos compañeros llevan adelante constituyen también espacios de producción de conocimiento que es necesario visibilizar y valorar en su justa medida.

En total, se recibieron 50 trabajos de instituciones pertenecientes a los distintos niveles y modalidades educativas: inicial, primario, secundario, educación de adultos, educación rural, educación especial. También fue amplio el espectro de temáticas abordadas por las diferentes experiencias, que abarcó desde proyectos productivos -con propuestas de artesanías y micro emprendimientos-, experiencias orientadas a la comunicación, a la expresión artística y al juego, hasta aquellos trabajos que se vincularon con el conocimiento de áreas específicas como el medio local, espacios curriculares y participación ciudadana.

La mayoría de las propuestas presentadas son experiencias que buscan promover y/o mejorar la comunicación de y entre los alumnos, acercar y promover espacios recreativos y lúdicos al interior de los escenarios escolares, incentivar otros lenguajes para la expresión, acercar el arte como un campo simbólicamente prometedor y que no siempre tuvo carta de ciudadanía en la escuela. Cada experiencia da cuenta de las búsquedas particulares de los educadores, la curiosidad y necesidad de explorar nuevos caminos para enseñar y para producir o recrear otras relaciones con el saber.

Con respecto a la representación por niveles, los docentes de escuelas primarias son los que han presentado un mayor número de experiencias. Esto podría explicarse, en principio, porque este nivel educativo al ser universal y obligatorio desde su génesis, ha permitido configurar una larga tradición de prácticas inclusoras. También es necesario señalar que la organización del trabajo en el nivel primario favorece en mayor medida que en la escuela secundaria, por ejemplo, la puesta en juego de proyectos pedagógicos que involucren a otros docentes, a niños y a la comunidad.

Mucho más que buenas ideas

La lectura de las experiencias presentadas permite una aproximación a las escuelas y a sus realidades, al trabajo que realizan los docentes diariamente, a los desafíos, problemáticas y también oportunidades que se van gestando en el trabajo educativo con niños, niñas y adolescentes. Estos relatos han abierto una “rendija” para mirar más de cerca las prácticas escolares que desarrollan, el modo en cómo reconocen las necesidades socio-educativas de sus estudiantes, sus condiciones y dificultades escolares y a partir de allí promueven experiencias, proponen proyectos de trabajo, en algunos casos sumamente innovadores, que insisten en “encontrarle la vuelta” para que los chicos aprendan.

Los planteos, inquietudes y preguntas que se formulan estos docentes giran en torno a cómo mejorar los trayectos formativos de sus estudiantes en relación a los contenidos escolares, pero también –y más profundamente– en la concepción de una escuela inclusiva, que promueva y garantice derechos en la construcción de una ciudadanía plena. “Un barco en San Jorge”, el trabajo que obtuvo el primer lugar en el concurso, lo señala de manera simple y contundente: “Quizás pueda resumirse la justificación del proyecto en la intención de crear un espacio propicio para que muchos niños y niñas puedan confiar en sí mismos, porque es su derecho”.

Ganadores del Concurso de Experiencias Pedagógicas

Muchas veces, la falta de tiempos y espacios para la reflexión sobre las propias prácticas impide la sistematización de los saberes producidos y con ello se dificulta también la posibilidad de compartirlos, ponerlos a prueba en otros contextos y finalmente la oportunidad de convertirlos en instrumentos pedagógicos que puedan ser discutidos y reflexionados como un aporte a la comunidad educativa. En este sentido, la necesidad de ponerlos en papel y en imágenes para presentarlos al concurso permite

ordenar/conceptualizar los procesos llevados a cabo para dar un salto cualitativo entre la idea de una experiencia aislada, anecdótica de un grupo de profesores curiosos, y la construcción de herramientas pedagógicas que contribuyan a la reflexión y concreción de trayectos formativos factibles de ser reproducidos y multiplicados en diferentes situaciones y escenarios.

Presentación de Ganadores del Concurso de Experiencias Pedagógicas

[caja titulo=”Los tres primeros lugares” fuente=”#FFFFFF” fondo=”#66b941″]“Un barco en San Jorge”, de la Escuela 2 de abril de Barrio San Jorge, Córdoba Capital, obtuvo el primer lugar. El proyecto parte de una metáfora (elegida por los alumnos y alumnas), que propone la escuela como un barco en el cual viajar a diferentes mundos. Desde esa idea, un poco poesía, otro poco realidad porque cuando llegan las lluvias la escuela se convierte literalmente en un barco rodeado de agua, alumnos de 3ro a 6to grado crearon una canción que habla de su lugar y su identidad sobre la melodía de “Un cielo mucho más claro”, del grupo musical Arbolito. Una vez compuesta la canción llegó el turno de los ensayos con voces corales, tambores y arreglos de flauta que por supuesto, culminaron en la grabación.

Finalmente, la producción integral de un video clip que incluye las actuaciones de todos los chicos y chicas cantando y tocando en los paisajes de su barrio más una historia animada a través de la técnica de Stop Motion que implicó la producción de 1000 fotografías aproximadamente.

El video clip más un bonus track están disponibles en el sitio Conectate
El programa de radio: “Punto de partida”, del Cenma Nº 111 Anexo Acosta de Barrio Acosta, Córdoba Capital, alcanzó el segundo lugar. El tercer premio lo obtuvo el proyecto pedagógico que investiga, reflexiona y promueve acciones en torno a la problemática de contaminación de los recursos hídricos por efluentes domiciliarios denominado “Algo huele mal, ¿nos ayudás?” de la Escuela Gral. Manuel Belgrano de Colonia Caroya.[/caja]