“Los educadores debemos ser sujetos de transformaciones educativas”

José Antonio Zepeda

Apesar de las diferencias en las realidades de cada uno de los países de América Latina, hay un elemento común que amalgama experiencias para pensar en un proyecto unificador a nivel regional en el plano educativo, y que nos lleva a pensar que la idea de un Movimiento Pedagógico Latinoamericano es fundamental. Independientemente del contexto nacional, los educadores debemos ser sujetos de transformaciones educativas y somos sujetos de la educación misma en el aula, esa relación maestro-alumno en la que se desarrolla nuestra labor.

En este sentido, el Movimiento está enfocado en darnos a los docentes mayores capacidades de análisis y de valoración de nosotros mismos -muchas veces negamos esas capacidades que tenemos- para hacer esas transformaciones.

En el caso de la experiencia nicaragüense, lo fundamental ha sido que, en los últimos años, hemos enfrentado al sistema. En tanto trabajadores, partido y gobierno nacional, nos negamos a aceptar el modelo neoliberal como solución a nuestros problemas y dificultades. La población tomó más conciencia de sus derechos y de las conquistas alcanzadas. Eso permitió valorar este proceso de transformación que ya lleva seis años y darnos cuenta de que lo fundamental es ser un ciudadano con derechos y deberes, pero que también tenemos una responsabilidad.

Ahora, en América Latina, estamos evidenciando que efectivamente pueden existir Estados nacionales y gobiernos que entiendan y asuman su compromiso con la población, siempre y cuando estemos organizados, obviamente informados y participando en los espacios de gestión.

Los países de América Latina hemos tenido etapas similares: primero, gobiernos progresistas; luego, dictaduras y después, políticas neoliberales. Hoy estamos ante el resurgimiento de la posibilidad de construir una nueva alternativa para nuestra población. Eso se puede cuando hay revolución y voluntad.En Nicaragua, hay una política del presidente Daniel Ortega comprometida con la educación, y los maestros y maestras debemos ser sujetos de las transformaciones: si no logramos eso, no hay transformación posible. En el aula, yo soy el que hago la educación, el experto, quien conoce los mecanismos y por lo tanto, puedo con mi ejemplo y orientación formar un ciudadano que valore lo que estamos construyendo e inculcar la lucha por una sociedad más justa, equitativa e igualitaria.

En Nicaragua, estamos construyendo un nuevo modelo, buscando salidas y lo primero que hicimos en ese sentido fue restituir la educación como un derecho y no como una mercancía. Dentro de ese marco fue que impulsamos el Movimiento Pedagógico Latinoamericano, porque allí podemos compartir muchas cosas y aprender otras. Y, sobre todo, entender que los educadores tenemos que presentar alternativas y no solamente oponernos.