Entrevista a Sonia Alesso (CTERA, AMSAFE) y Zuli Miretti (UEPC, CTERA)

“Las familias siguen confiando en que la escuela es el lugar más seguro y de mayor contención para sus hijas e hijos”

A más de un año de pandemia y en un momento crítico donde la educación está en el centro de los discursos mediáticos y demandas sociales, educar en Córdoba dialogó con Sonia Alesso, secretaria general de CTERA y de AMSAFE, integrante del Comité Ejecutivo de la Internacional de la Educación, representando a América Latina; y con Zuli Miretti, secretaria general adjunta de UEPC e integrante de la Junta Ejecutiva de CTERA, para reflexionar sobre el impacto que esta crisis mundial tuvo en la educación argentina y el trabajo docente; el vínculo con las familias, los discursos mediáticos contra la educación pública, el lugar del Estado, las deudas pendientes y los desafíos por venir.

La pandemia ha trastocado todos los modos de organización y comportamiento social; y la escuela, en tanto espacio común de encuentro y socialización, ha tenido que lidiar con situaciones nuevas e inéditas que transformaron el quehacer cotidiano en un desafío permanente. ¿Cómo ven la educación pública luego de este casi año y medio de pandemia y, dentro de este escenario de crisis, más particularmente a la escuela y sus docentes?

Zuli Miretti — La escuela siempre estuvo en la centralidad del debate, pero hoy, en una situación de crisis, más que nunca. Esta pandemia, si nos ponemos a mirar esa centralidad, nos dejó vivencias y experiencias. Una de ellas es que la escuela y el rol que cumple socialmente es intransferible, porque es el único lugar que da certezas; y además, que las y los docentes son irreemplazables. Nos tuvimos que adaptar de un día para el otro a esta virtualidad; inventar modos de dar clases, buscar diferentes maneras de mantener el contacto con las y los estudiantes, repensar y priorizar contenidos, implementar estrategias y formas para acompañar en lo pedagógico, pero también en lo emocional, tanto a chicas y chicos como a las familias. Y todo eso fue posible gracias al tremendo esfuerzo que hicieron nuestras y nuestros docentes. Por eso, tenemos que tener bien en claro que la escuela sí estuvo presente, aunque fue en un marco de no presencialidad; y que la educación sin docentes es imposible.

También fueron muy importantes los lazos y los puentes que se tendieron con las familias, porque ellas pudieron ver y entender -las que no lo habían hecho antes- cuál es el trabajo que hacen la escuela y sus docentes. Ahora, el desafío es sostener y profundizar esos lazos con la familia. Porque cuando todo esto termine, nos van a quedar grandes secuelas económicas y culturales -más allá de la enfermedad y las pérdidas-, y esa tremenda desigualdad, que ya existía y que se visibilizó el año pasado y en 2021, nos demuestra que la escuela pública será fundamental y que tendrá que hacer un trabajo muy importante, pero también que tenemos que dar el debate de qué escuela queremos y qué escuela vamos a defender.

Sonia Alesso — Nosotros venimos haciendo encuestas y evaluando estadísticas sobre el vínculo de la escuela con la sociedad, que demuestran que al momento de decidir cuál es el mejor lugar para las chicas y los chicos, cuál es el lugar más seguro, cuál es el lugar de contención más importante, las familias opinan que es la escuela.Y ese es un activo que las maestras y maestros tenemos para seguir defendiendo la escuela pública: que la escuela siga siendo uno de los lugares de ascenso social, la oportunidad de que alguien que nació en las condiciones más desfavorables pueda ser el primer universitario de su familia, o ser investigador del Conicet, o ser una trabajadora o trabajador especializado.

“Tenemos que tener bien en claro que la escuela sí estuvo presente, aunque fue en un marco de no presencialidad; y que la educación, sin docentes, es imposible”. (Zuli Miretti)

“Al momento de decidir cuál es el mejor lugar para las chicas y los chicos, cuál es el lugar más seguro, cuál es el lugar de contención más importante, las familias opinan que es la escuela”. (Sonia Alesso)

Sin embargo, en los medios de comunicación abundan las opiniones críticas y se visibilizan reclamos donde pareciera que la mayoría de la sociedad tiene un profundo descontento con la educación pública…

S.A. — Lo primero es dividir el discurso hegemónico de muchos grupos mediáticos de la comunicación -que inciden en el discurso sobre lo escolar-, respecto de lo que piensa la mayoría de los papás, las mamás o las familias que llevan sus hijos e hijas a la escuela, porque no siempre es coincidente. Nosotros hemos visto un gran apoyo de las familias al trabajo de la escuela. Y a veces ese discurso sobre lo escolar, instalado desde los medios hegemónicos de comunicación, parece ser el único. Eso hay que dividirlo, porque incluso desde las provincias tenemos que ver cómo discuten sobre la suspensión del subte como si fuera un tema nacional, o sobre los debates del AMBA, cuando en las otras provincias tenemos situaciones diferentes, al punto de que el año pasado se dictaron clases presenciales en muchísimas jurisdicciones y para el discurso mediático no hubo clases, porque no hubo en el AMBA.

En segundo lugar, en los medios de comunicación el discurso pedagógico está corrido. No se habla de pedagogía en los medios, sino de economía, de política; se politizan temas pedagógicos que merecen un debate más profundo; se simplifican los debates -presencialidad sí o no-; se cuenta como una cuestión matemática la cantidad de días de clase; se omite decir que el año pasado hubo clases todo el año, que esas clases fueron garantizadas por las maestras y maestros, por las profesoras y profesores, que pusieron el triple de horas de trabajo y hasta su propio dinero, su conectividad y su computadora, a pesar de que estaba regulado por la paritaria, para que sus estudiantes no perdieran clases. Se piensa lo educativo como una cuestión de acumulación de contenidos, algo que es el viejo discurso de la derecha. Son conservadores muy embrutecidos, no pueden sostener un debate pedagógico profundo, jamás tienen una idea vinculada a qué hacer, una propuesta.

Z.M. — La escuela pública argentina en todos sus niveles ha sido y es la vanguardia en América y en el mundo, y esto molesta mucho. Y vemos cuán profundas son las huellas que el neoliberalismo ha dejado en nuestro país, sobre todo con el gobierno de la Alianza Cambiemos, todo lo que hicieron por reducir la inversión, no cumplieron la Ley de Financiamiento Educativo, devastaron todos los programas, como Conectar Igualdad, bibliotecas populares, orquestas infanto-juveniles.

S.A. —Tiene que ver con lo que venimos señalando de las políticas de la derecha a nivel mundial, especialmente las sostenidas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Ellos vienen trabajando una idea que está muy clara en un documento del Banco Mundial, que se llama “Profesores excelentes”, en la que marcan como preocupación principal el tema de los sindicatos docentes, porque América Latina -muy particularmente en esta región- es el lugar del mundo donde hubo o hay la mayor resistencia a la aplicación de políticas de ajuste o neoliberales que privaticen la educación. Achicar los Estados, que baje la inversión en educación, que baje la relación cantidad de docentes/cantidad de alumnos y que baje la calidad educativa. Y para eso necesitan sostener un discurso de hostigamiento, persecución y maltrato o desprestigio de la escuela pública argentina. Eso lo hemos visto todo el año pasado y es lo que está puesto en escena nuevamente en la discusión entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta, una disputa donde se debate la concepción de lo público, de la salud, de la educación. Resulta que ahora, los mismos que discontinuaron el programa Conectar Igualdad nos dicen por los medios que faltan conectividad y computadoras. Ahora señalan que hay poco presupuesto educativo y hay problemas en las escuelas, pero los que desfinanciaron la educación pública fueron ellos mismos.

Entonces, ¿cuáles son los desafíos que tenemos que asumir y cuáles las disputas que tenemos dar?

Z.M. — Si hay una deuda ética con la sociedad es la desigualdad que vivimos; las tremendas desigualdades sociales, económicas y culturales en las que viven nuestras infancias y juventudes y que hicieron que muchos perdieran el vínculo pedagógico con la escuela. Ese es el gran desafío que tiene la escuela pública hoy, recuperar a esas niñas, niños y jóvenes. Por eso defendemos la presencialidad, porque la escuela es el único ordenador social que puede abordar estas situaciones y pelear para reducir la desigualdad social. Y eso solo es posible con un Estado que sea garante. Nosotros defendemos lo público y al Estado, pero no cualquier Estado, sino uno que haga de la escuela un lugar para todas y todos, que sea un espacio común, donde se generen derechos, donde se construya colectivamente, donde se busque la justicia social.

Pero también, en este tiempo de crisis, quedó claro que a veces se le pide al docente y a la escuela que actúen sobre situaciones críticas, donde es muy difícil producir un cambio si no hay políticas públicas que desarmen la desigualdad social. En la pandemia también vimos o pudimos observar que, muchas veces, las trayectorias educativas que tienen las familias y los recursos que poseen no alcanzan para poder ayudar a sus hijas e hijos. Que muchas veces no cuentan con un espacio adecuado dentro del hogar para desarrollar estas tareas, un espacio de tranquilidad para el estudio. Otras veces, ni siquiera cuentan con la alimentación adecuada. Y eso es fundamental, porque el derecho social a la educación, si no están dadas las otras condiciones y los otros derechos, tampoco se puede cumplir. Ahí también necesitamos un Estado presente.

S.A. — La pandemia lo único que hizo fue poner sobre la mesa una situación en la que ya estábamos, y en todo caso la profundizó, como lo está haciendo en todo el mundo. Porque los problemas de infraestructura en las escuelas no aparecieron con la pandemia, sino que se hicieron más evidentes con la pandemia. Techos que se caen, baños insuficientes o en pésimas condiciones, paredes electrificadas, falta de conectividad y de computadoras, problemas con el transporte en el que viajan los docentes, docentes que ganan poco y que están en algunas provincias bajo la línea de la pobreza, que trabajan en varios cargos para subsistir, desigualdad educativa. El hecho de que el PBI per cápita entre las provincias sea tan distinto, significa que un niño que nació en Formosa o en Chaco va a estar en peores condiciones que uno que nació en Capital Federal. Existe una desigualdad que hay que resolver con justicia distributiva. No es que Argentina sea pobre, la han esquilmado, la han vaciado. Es un país lleno de recursos, con una gran capacidad de generar empleo de calidad, con altísima calificación de sus trabajadoras y trabajadores. Nuestros universitarios en cualquier lugar del mundo ocupan un lugar importante, y se destacan por la capacidad de trabajo.

Cuando hablan del mundo, de los países serios, hay que mirar cuánto ganan los maestros de otros países y en qué condiciones trabajan. Hace poco estuvo de moda hablar de Finlandia, nosotros conocemos cómo trabajan los maestros allá, y cambiaríamos cómodamente por esas escuelas. No solo de Finlandia, sino también de Suecia, de Noruega, de Dinamarca, de todos los lugares que eligen como modelos. Cuántas horas trabajan, cuánto tiempo tienen para planificar, para estudiar y para el trabajo en equipo, cómo se valora el estudio y la formación docente, el tema de tener otros estudios y cómo llevan adelante el sostenimiento de su profesión. Hay un montón de cuestiones de las que no se habla porque no conviene; entonces, de eso tenemos que hablar nosotros.

Desde los sindicatos de CTERA, en todo el país, pensamos que hay que discutir una nueva ley de financiamiento, que eleve el presupuesto educativo; que haya más presupuesto no solo para salarios, sino para infraestructura escolar; con objetivos pedagógicos para impulsar una segunda lengua; para salir a buscar -en este caso, en la situación que estamos viviendo-, a todas las niñas, niños y jóvenes que producto de la pandemia y de circunstancias sociales y económicas tuvieron que alejarse; fortalecer e impulsar la doble jornada; trabajar fuerte la educación por el arte; discutir la escuela secundaria, porque uno de los problemas que tenemos en Argentina es que hay profesoras y profesores que trabajan en una situación de pluriempleo, en cinco o seis escuelas según las jurisdicciones, viajando de una localidad a otra para poder tener un salario digno. Estos son todos temas que deben ser discutidos en una nueva ley de financiamiento educativo, con metas pedagógicas.

En 2021 se conmemoran 15 años de la sanción de la ESI (Ley de Educación Sexual Integral), en ese marco, aprovechamos la conversación con Sonia y Zuli para reflexionar en torno a los logros y desafíos respecto de las políticas de género, tanto en educación, como en la actividad docente y gremial.

Sonia Alesso Nosotros hemos definido algunos ejes pedagógicos para este año y uno de ellos es el trabajo de formación y políticas de género. Creamos la Escuela de Educación Popular “Estela Maldonado”, con el reconocimiento del Ministerio de las Mujeres a nivel nacional; y en julio se va a lanzar la primera formación nacional. Venimos abordando este tema desde hace muchos años en CTERA, pero esta va a ser una institucionalización sobre la temática: una escuela de formación específica sobre perspectiva de género.

Zuli Miretti —Desde UEPC, estamos armando un congreso por los 15 años de la sanción de la ESI, creemos que es fundamental hacer mucho hincapié en su implementación definitiva, porque todavía no hemos podido lograr que se trabaje en todas las escuelas y eso también tiene que ver con debatir sobre qué Estado queremos: un Estado que defienda a los bancos, o que trabaje por la ampliación de derechos y la justicia distributiva en beneficio de su población.

Dentro del gremio, tenemos una Secretaría de Derechos Humanos y Género muy activa y todo nuestro trabajo se está haciendo con perspectiva de género. Logramos la Licencia por Violencia de Género, un trabajo muy fuerte desde UEPC que, sabiendo que hay compañeras que lamentablemente están pasando por esto, aporta un respaldo laboral para comenzar a enfrentar la problemática. Y en Córdoba, tenemos conformada la intersindical de mujeres que tiene un trabajo muy fuerte de capacitación en torno al Convenio 190 de la OIT, contra la violencia y el acoso laboral. A la intersindical la integramos y construimos con un montón de compañeras de todas las centrales obreras y, desde allí, estamos haciendo también un trabajo muy fuerte de unidad.

S.A. — Con respecto a lo que todavía falta, con un conjunto de mujeres sindicalistas de la CGT, de la CTA, de la Corriente Federal de las y los Trabajadores, y con distintos sectores estamos trabajando una Ley de Políticas de Cuidado, que es una gran deuda de la Argentina. El trabajo de la casa y cuidado de las hijas e hijos, el cuidado de adultos mayores cuando no pueden valerse por sí mismos, el cuidado de familiares en situación de discapacidad, cae centralmente sobre las mujeres. Entonces, las mujeres trabajamos 4 horas más por día que los hombres y lo hacemos gratis. Por eso, si no hay una ley de cuidados compartidos esto va a continuar. Para nosotras, una Ley de Políticas de Cuidados es una cuestión necesaria y urgente, es una deuda de la Democracia. Lo hemos planteado en los 80, en los 90, en los 2000 y seguimos discutiéndola.

El otro tema que se tiene que discutir es el de los jardines infantiles para niños y niñas de las maestras. Las docentes, que educamos y cuidamos a niños y niñas de otras personas, no tenemos quién cuide a nuestras hijas e hijos. En todos los países del mundo que han avanzado en derechos, hay salas o jardines infantiles (no le llamamos guardería) para las mujeres trabajadoras. Aquí, muchas docentes cambian su salario por el de otra persona que cuida a sus hijos, para poder trabajar. Esto es un despropósito y hace a una gran desigualdad salarial. En ese sentido, les hemos planteado tanto al presidente como al ministro de Educación nacional, en cada reunión que hemos estado, que uno de los temas fundamentales que se tienen que tratar cuando se discuta la Ley de Financiamiento Educativo, o la Ley de Políticas de Cuidado, es la creación de jardines infantiles para las y los trabajadores. Creo que son desafíos muy importantes, porque ahí hay una cuestión que desfavorece enormemente a las mujeres trabajadoras y también con las mujeres sindicalistas.

educar en Córdoba | no 38 | Junio 2021 | Año XVI | ISSN 2346-9439
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Luciano