La Unidad Pedagógica considera desde otras perspectivas los tiempos necesarios para lograr la adquisición de la alfabetización inicial. Buscar que estas trayectorias se desarrollen según la edad cronológica, pero sobre todo, en las mejores condiciones posibles.
Esta propuesta requiere pensar en lo prioritario que es el aprendizaje de los niños, es decir, la construcción del conocimiento respetando los procesos propios de todos los alumnos, tomando como base lo singular de cada uno de ellos. Como docentes, es fundamental la convicción de que nuestros alumnos van a aprender y, a su vez, apoyarlos en el proceso de constituirse como sujetos capaces de confiar en otros y en sí mismos, fortaleciendo de esta manera la autoestima de cada uno de ellos.
Esta propuesta debe poner el acento en la individualidad del niño; pero además, en la responsabilidad del docente, quien tiene que planificar y desarrollar estrategias didácticas diferenciadas dentro del aula en función del grupo, la institución y la comunidad en la que está inserta. O sea, un trabajo colectivo donde se reflexione sobre lo que se hace, teniendo en cuenta que todos los niños pueden aprender y de esta manera, garantizar su aprendizaje y continuidad.
Desde nuestra perspectiva, es importante continuar avanzando en la formación permanente de los docentes y en la profundización de este proyecto, para contribuir activamente en la construcción de conocimiento. Consideramos que la Unidad Pedagógica debe “institucionalizarse”. Es decir, continuar la trayectoria escolar de los niños en los años posteriores, respetando lo construido anteriormente, ya que es a partir de ello que generamos nuevos aprendizajes.
educar en Córdoba | no 32 | Diciembre 2015 - Enero 2016 | Año XI | ISSN 2346-9439