A principios del mes de noviembre se realizó un nuevo Congreso de Docentes Rurales. En esta edición del encuentro, que la UEPC viene realizando ininterrumpidamente desde el año 1992, se propuso fortalecer los procesos de debate sobre la escuela y la formación ciudadana, promover espacios de encuentro y socialización de experiencias pedagógicas en contextos de ruralidad y reflexionar sobre la implementación del currículum de ciudadanía.
Durante los días 8, 9 y 10 de noviembre, se llevó a cabo en la colonia del docente de la localidad de Los Cocos, el 21º Congreso de Docentes Rurales “Jorge W. Ávalos” bajo el título “Escuela rural: Identidad y la construcción de Ciudadanía”. El encuentro reunió a 151 docentes rurales de todos los departamentos de la provincia.
El eje de debate abordado en la última edición de dicho Congreso, giró en torno de la escuela y el desafío de educar en la ciudadanía, desde una visión dinámica de las identidades y la apertura de nuevos modos de concebir a los niños y jóvenes que la habitan. Para ello se realizaron talleres, charlas e instancia de debate sobre la identidad, la construcción de ciudadanía, las experiencias en torno a la defensa del medio ambiente y la educación sexual en la escuela.
Para la UEPC, el Congreso de escuelas rurales es un espacio de encuentro, de formación y reflexión, que permite a los docentes someter su práctica cotidiana al análisis crítico, debatir sobre temáticas que atraviesan actualmente a la escuela rural, recuperando la articulación de la escuela con la comunidad, desde una concepción democrática de construcción de ciudadana, que posibilite abrir la mirada a un mundo social cada vez más complejo y cambiante.
Pensar la escuela como un centro de ciudadanía
Algunos de los objetivos de este encuentro estuvieron orientados a repensar los criterios pedagógicos y las propuestas de intervención para favorecer el ejercicio activo y crítico de ciudadanía, poniendo conocimientos y experiencias educativas que aborden el tema a disposición de los docentes; y al mismo tiempo, profundizar el conocimiento de problemáticas de impacto socio-ambiental y los procesos sociales de ejercicio de ciudadanía activa que permiten incidir en el espacio público y defender derechos individuales y colectivos de las poblaciones afectadas.
En este sentido, Aurorita Cavallero, Secretaria de Cultura y Educación de UEPC y organizadora del Congreso, sostiene que: “La escuela tiene que ser un centro de ciudadanía, un lugar donde se entienda a la ciudadanía como un ejercicio, donde se practican los derechos todos los días. En ese marco, la educación rural, por sus particularidades geográficas es muchas veces, la única referencia cultural y social que tienen la comunidades, por eso es que las escuelas rurales representan una oportunidad muy importante, a veces la única posibilidad, de socialización de sus alumnos, más allá de la familia. En este sentido, problemáticas como el de la mega minería posibilitan un rol activo de la escuela, no sólo habilitando el diálogo con los chicos, los padres, los docentes y toda la comunidad, sino también logrando hacer de una problemática, un contenido a enseñar y un proyecto a trabajar institucionalmente”.
El congreso por dentro
El primer día del congreso comenzó con la conferencia “La identidad y la ciudadanía se aprenden y se enseñan en las escuelas rurales” a cargo de Isabelino Siede, más dos talleres simultáneos: uno orientado a la temática ambiental, “Ambiente; pertenencia e identidad” coordinado por Norma Acevedo y Graciela Gómez; y el siguiente orientado a las ciencias Sociales, “Ciudadanía, sentido colectivo y participación” a cargo de Luis Moyano y María Zulema Martínez. Además ambos talleres contaron con el trabajo y el apoyo del equipo de capacitadores de la UEPC.
En el segundo día se presentaron seis experiencias educativas promovidas por docentes de toda la provincia, con el fin de promover el intercambio y aprendizaje colaborativo de las distintas iniciativas y estrategias pedagógicas.
Esta jornada continuó con el panel “Educación ambiental: Un ejercicio de ciudadanía” a cargo de docentes del Centro Educativo Ejército Argentino de barrio Ituzaingó, madres del barrio y un representante de la asamblea “Lucha por la Vida” de Malvinas Argentinas.
Posteriormente, y cerrando el día, se realizó una charla-debate sobre la mega minería y la escuela, a cargo del equipo de investigación de la doctora Mirta Antonelli de la Universidad Nacional de Córdoba.
Finalmente, en la mañana del sábado, y antes del cierre y las conclusiones generales del Congreso, la licenciada Gabriela Ramos brindó una charla sobre la educación sexual en la escuela y sus aportes a la construcción de ciudadanía.
“Lo más rico que puede pasar en el aula es que pase algo que no teníamos previsto” El Congreso abrió con la exposición del Licenciado en Ciencias de la Educación e investigador de FLACSO, Isabelino Siede, quien desarrolló el tema: “La identidad y la ciudadanía se aprenden y se enseñan en las escuelas rurales”.
Para Isabelino el concepto de ciudadanía surgió con mucha fuerza en los años 90, porque permitía hablar de estas cuestiones en un tono aséptico, en un tono neutral y en un tono cercano al utilizado por los organismos internacionales que, después de la caída del muro de Berlín, comenzaron a hablar de un proceso de fin de la historia, de caída de las ideologías y de la construcción de una ética universal en cuyo centro estaban los derechos humanos. A partir de esta situación, Isabelino sostiene que la ética y la ciudadanía funcionaron como conceptos que nuclearon esta preocupación por lo político sin necesidad de enunciar lo político, despolitizándolo en términos superficiales.
“El pensamiento clásico ilustrado nos planteaba que un sujeto libre es aquel que se hace cargo de cumplir las normas de las cuales ha sido partícipe en su sanción, su discusión o en su fundamentación. Yo creo que eso sigue vigente en el sentido de que no se trata de respetar las normas porque son normas, sino de ponernos en el lugar de quien produce la norma y discutir en la clase de ética ¿por qué sería más justo cumplir determinada norma que no cumplirla? Una vez una profesora me decía que no podía trabajar con sus alumnos y me ponía de ejemplo que un día estaba hablando de la discriminación en el aula y un chico levantó la mano y le preguntó ¿por qué estaba mal discriminar? Cuando en realidad ahí empieza el verdadero trabajo. Sólo cuando un chico se pregunta ¿por qué sería preferible no discriminar que hacerlo? Ahí es el momento de empezar a pensar, lo peor que puede ocurrir es que los chicos no se hagan esa pregunta. Lo más rico que puede pasar en el aula es que pase algo que no teníamos previsto”.
La entrevista completa a Isabelino Siede se puede consultar en la sección Diálogos sobre educación de la página web del Instituto de Capacitación e investigación de la UEPC