Se prolongaron los días de “aislamiento social preventivo y obligatorio” en nuestro país por la expansión del coronavirus. Son tiempos complejos, difíciles, con grandes cambios en las dinámicas familiares, el trabajo y la convivencia. En este contexto, el equipo docente de la Secretaría de Educación de UEPC reelaboró la modalidad de una de sus propuestas de formación, el Plan de Apoyo a Concursos. En estas líneas queremos compartir las decisiones, experiencias y algunas recientes reflexiones.
Los planes de apoyo a concursos para cubrir cargos de conducción en el sistema educativo provincial han sido -junto a otras y variadas propuestas de formación- una de las acciones prioritarias de la Unión de Educadores, a través de la Secretaría de Educación. Es una apuesta fuerte que hacemos desde el sindicato para apoyar y asesorar a las compañeras y los compañeros que van a acceder a cargos de conducción, a través de los concursos de antecedentes y oposición, cargos que requieren una sólida formación profesional y un posicionamiento políticopedagógico que les permita -a través de la gestión-, garantizar el derecho a la educación.
Originalmente este plan se desarrollaba en modalidad mixta, con encuentros presenciales y actividades virtuales. La pandemia nos obligó a rediseñar la propuesta, y si bien hace muchos años que combinamos la presencialidad con la virtualidad, trabajar desde nuestras casas con los recursos que teníamos disponibles nos significó un gran esfuerzo y un desafío.
La compleja relación que tiene la escuela con las tecnologías ha sido una preocupación constante de la Secretaría de Educación. Acompañamos desde hace muchísimos años a las compañeras y los compañeros con distintas propuestas de formación: cursos, programas de postitulación, talleres, el programa de Educación a Distancia creado en el año 2003, el convenio con la Universidad de Quilmes para que nuestras y nuestros afiliados puedan realizar la licenciatura en Educación en la modalidad virtual, los encuentros anuales de Educación y TIC, la creación del sitio Conectate que coordina el ICIEC, entre otras instancias.
Una oportunidad para reinventar
La crisis sanitaria nos obligó a diseñar el Plan de Apoyo a Concursos totalmente virtual. Si bien las crisis son confusas y difíciles, nos brindan la posibilidad de reflexión e invención. No es la intención de este artículo describir los detalles organizativos del trabajo que realizó un pequeño equipo multidisciplinario, solo nos parece relevante compartir la importancia del compromiso de las y los integrantes que, en las condiciones que todas y todos conocemos, realizaron extensas reuniones virtuales para definir la propuesta, constantes intercambios, miradas y aportes, idas y vueltas para planificar, escribir y grabar clases virtuales, diseñar actividades y espacios de comunicación.
La coordinación de los aspectos administrativos y tecnológicos desde nuestros hogares también fue un reto y tuvo características particulares. Los momentos de trabajo se alternaron con espacios de formación interna. Nos dimos como equipo la oportunidad de aprender, de desarmar y volver armar mientras elaborábamos la propuesta.
El aula virtual: un espacio de encuentro y construcción colectiva
Lo primero que tuvimos en cuenta cuando comenzamos a reinventar la propuesta fue la situación de incertidumbre, los temores, la sobrecarga laboral, las distintas trayectorias de formación y las desigualdades de las y los estudiantes-docentes en relación a los recursos disponibles, la conexión a Internet y las condiciones laborales y de vida. La pandemia no solo ha visibilizado las desigualdades, sino que lamentablemente las ha profundizado.
Considerando lo anterior y definido el programa decidimos generar un espacio cálido de encuentro, de navegación sencilla y, principalmente, de construcción colectiva. Con la plataforma Moodle que posee nuestro sindicato diseñamos un aula virtual, cuyo modelo -podemos afirmar- es mediado y potenciado en los procesos de interacción. Interacción de las y los estudiantes y docentes, de las y los estudiantes con los distintos materiales ofrecidos y, principalmente, interacción de las y los estudiantes entre sí. Un ambiente de intercambio, comunicación y colaboración con distintas estrategias de enseñanza y aprendizaje basadas en diversos soportes.
Hoy las tecnologías nos permiten generar entornos interactivos que fomentan la construcción conjunta de conocimientos; podemos decir –entonces- que se relativiza la noción de “educación a distancia”, pues se trata de otro tipo de proximidad y cercanía para enseñar y aprender.
La selección de cada una de las tecnologías utilizadas se realizó teniendo en cuenta que no son neutras, porque son históricas; justamente por eso, cargan consigo una serie de creencias y valores propios de su época. Todos los artefactos, desde una lapicera hasta la más sofisticada plataforma virtual, si bien se pueden usar para hacer muchas cosas, no es verdad que sirvan para hacer “cualquier cosa”. Cada herramienta supone, propone y estimula ciertos modos de usarla (y no otros), que a su vez implican determinados modos de vivir (y no otros) (Sibila, 2012).
En estos nuevos modos de vivir, y en este momento particular, la temporalidad y la espacialidad son muy distintos a lo que estábamos acostumbrados.
Las tecnologías crean un territorio. Cabe preguntarnos, entonces, ¿cómo la cultura digital, tan fuerte estos días, entra en la educación en línea?, ¿cómo perfora las “paredes” del aula virtual?
Baricco (2019) afirma que “las redes sociales certificaban la colonización física del ultramundo”. Nos hemos desplazado físicamente allí, con nuestro perfil, personalidad, emociones y deseos. No es que nos hemos ido a vivir allí, lo hemos puesto en conexión con el mundo. Vivir en estos dos mundos, físico y virtual, se ha convertido en algo natural en este tiempo, algo que quizás para nuestras y nuestros estudiantes no es novedad.
En esta dualidad del aula virtual, las y los docentes enseñan, acompañan, ayudan, motivan y orientan, tienden puentes a través de sus intervenciones en los distintos espacios de comunicación, mediante las clases virtuales, los materiales didácticos y las actividades propuestas. Una preocupación constante del equipo y sus docentes fue la calidad del vínculo pedagógico.
Como comentaba Mariana Maggio (2020) en un webinar días pasados: “No es posible que sigamos atenazados a la didáctica clásica, que pone al docente en el centro. Las y los estudiantes quieren estar en clase, porque lo que sucede ahí o en la virtualidad es único, porque queremos formar sujetos que tengan la capacidad de imaginar lo que viene”. En nuestro caso, estudiantes-docentes que conducirán escuelas, que serán muy diferentes a las que dejaron en marzo.
Algunos detalles de la propuesta
A pesar de la sobrecarga laboral, la excepcionalidad del momento y que los concursos se suspendieron, el interés por participar fue muy alto: 900 compañeras y compañeros de todas las delegaciones departamentales de la provincia realizaron su inscripción. Ante esta situación, decidimos organizar el dictado en dos cohortes para garantizar un adecuado acompañamiento a cada una y cada uno.
El Plan, que al momento de escribir estas líneas está en su fase final (por lo que no podemos compartir resultados), planificó un cronograma de cursado flexible de diez semanas de duración. Se organizó en cuatro módulos. Un módulo cero que ofreció una clase virtual asincrónica, materiales de lectura en distintos formatos y foros de consultas y de presentación. Esta etapa inicial tuvo como objetivo presentar la propuesta, brindar orientaciones para familiarizarse con el entorno virtual y conformar la comunidad virtual. Los módulos temáticos 1, 2 y 3 respetaron las instancias del concurso. Estos módulos presentaron clases virtuales de apertura, desarrollo y cierre, asincrónicas también. Las clases con sus actividades funcionaron como ejes organizadores del trayecto de formación. Los aspectos pedagógicos ycomunicacionales de las mismas estuvieron muy cuidados.Se brindaron, además,materiales de lectura en distintos soportes y seplanteó unaactividad al final de cada módulo.
Un espacio principal de la propuesta fueron los foros de consulta y debate, que se plantearon como lugares de diálogo, intercambio y construcción conjunta de conocimientos. Observamos en estos días, sobre todo cuando se intenta hacer de manera virtual lo mismo que hacíamos en la presencialidad, una obsesión por la sincronicidad. Contrario a ello, teniendo en cuenta las condiciones de las y los estudiantes y las finalidades pedagógicas, el equipo decidió organizar solo una reunión virtual por módulo.
El aula virtual también ofreció unamediateca, donde además de los recursos afines al Plan, se publicaron materiales de lectura para este momento particular. La comunicación se realizó a través de los foros, el correo electrónico y los encuentros virtuales.
Un mundo físico y virtual
Para finalizar compartimos algunas reflexiones, conversaciones en voz alta e interrogantes que nos dejó esta experiencia.
La escuela, las instituciones, ya estaban en nuestras casas antes de la pandemia, quizás de una manera edulcorada y que, en estos tiempos, esa “presencia” se ha fortalecido. Así como también sabemos que cuando estamos en la escuela y en las instituciones, habitamos además, de manera simultánea, espacios virtuales.
El año pasado el Plan de Apoyo se dictó en modalidad mixta (encuentros presenciales y virtuales) y convocó a 300 compañeras y compañeros, mientras que este año, en modalidad virtual, pudieron concretarlo 900. Si bien todavía no hemos realizado una valoración final, podemos decir que los espacios de encuentro y comunicación han tenido una alta participación y que la deserción ha sido baja. ¿Qué modalidad planificaríamos para futuros dictados?
Cuando retornemos a las aulas y podamos olerlas, escuchar los ruidos y observar los gestos, mirarnos cara a cara y recuperemos el abrazo, esperamos que los aprendizajes y recorridos que hemos transitado en la pandemia enriquezcan los mundos que hace tiempo habitamos, físico y virtual, y que sigamos trabajando juntas y juntos para que estos sean más inclusivos y con más oportunidades para todas y todos.
(*) Mercedes Arrieta es magister en Comunicación y Educación, coordina el área de Educación y TIC de la Secretaría de Educación de UEPC, dirige también el departamento de Pedagogía, Comunicación y Discurso de la Subsecretaría de Innovación y Tecnología Educativa del IUA, Universidad de la Defensa Nacional y colabora como docente en la Maestría en Procesos educativos mediados por tecnologías, del Centro de Estudios Avanzados, Facultad de Ciencias Sociales, UNC.
Referencias bibliográficas
Baricco, A. (2019). The Game. Barcelona: Editorial Anagrama.
Maggio, M. (2018). Reinventar la clase en la universidad (1ra. edición). Buenos Aires: Paidós.
Maggio, M. (25 de marzo de 2020). Enseñar en tiempos de pandemia [Webinar]. Universidad Nacional de Catamarca. https://is.gd/hiLq0S
Sibila, P. (2012). ¿Redes o paredes? La escuela en tiempos de dispersión. Buenos Aires: Ed. Tinta Fresca.
educar en Córdoba | no 37 | Junio 2020 | Año XV | ISSN 2346-9439