En este número de la Revista Educar hemos puesto el acento en nuestro trabajo, en nuestro esfuerzo diario, recuperando el sentido político de educar, porque forma parte de nuestras luchas y alegrías cotidianas que suman convicciones y esperanzas de derrotar el pensamiento neoliberal que pretende imponer que la educación es un servicio y el presupuesto educativo un gasto.
Queremos dar testimonio de que la educación es un derecho humano que debe estar garantizado por el Estado y que seguimos de pie, con nuestras convicciones, con nuestros logros y conquistas, estando siempre atentos, con la experiencia a cuestas, para fortalecer la escuela y no retroceder.
Atesoramos una rica historia de lucha que hemos librado en las calles y en las aulas. La más tozuda de las peleas es la de todos los días: la construcción cotidiana de la escuela, la herramienta imprescindible para alcanzar la igualdad social.
Por eso en esta edición de la Revista Educar hemos hecho hincapié en lo que somos capaces de realizar en este tiempo de cambios, de contradicciones, de tensiones que se instalan en la sociedad y se hacen presentes en nuestras aulas. Para que podamos valorar nuestro esfuerzo, nuestras ganas de enseñar, desafiando el desánimo con alegría.
Hemos incluido un trabajo sobre evaluación que fue consensuado en el Consejo Provincial de Políticas Educativas, donde incorporamos un modo de pensar la evaluación problematizando nuestras prácticas docentes respecto de las diferentes instancias evaluativas. Este trabajo pone manos a la obra en la construcción de nuevos instrumentos que permitan abordar las realidades propias de cada escuela y donde el gremio aporte su experiencia para el diseño de las políticas públicas que reconozcan la centralidad del trabajo docente.
Seguimos apostando a visibilizar experiencias de inclusión que compañeros docentes llevan adelante en sus escuelas, para que cada vez más chicos y chicas puedan ejercer su derecho a estudiar, rescatando las acciones que construyen. Porque compartir y multiplicar estas prácticas, que continúan pese a todas las dificultades, nos aporta un material valioso como testimonio vital y esfuerzo metodológico para demostrar lo importante de nuestro trabajo.
Entre las experiencias seleccionadas, el proyecto pedagógico inédito en el país que ya lleva más de 15 años de Fortalecimiento de la Lengua, las Ciencias y las Matemáticas, esta vez en vínculo con otras instituciones del Estado, impulsa la construcción de la memoria colectiva con la propia identidad, promoviendo además la apropiación de los espacios públicos como un modo de ejercicio de ciudadanía.
Hemos hecho un repaso acerca de la concepción de formación que proponemos desde el Instituto de Capacitación y el Programa “Consulta Pedagógica”; el sitio “Conectate a la pasión de educar” y nuestra permanente apuesta a la Educación Rural expresada en el XXI Congreso de Docentes Rurales.
Todas estas acciones son parte de lo que entendemos como UEPC, como organización de los trabajadores de la educación: la defensa gremial es necesaria, pero la construcción colectiva sólo es posible con un proyecto educativo y de país que la sostenga.
Somos portadores de un mensaje esperanzador al reconocernos como actores de cambio, sujetos de peleas y de propuestas, ciudadanos con derechos ganados en luchas y resistencias. Por ello hemos incorporado lo que entendemos será un eje motivador y transformador de la política educativa pensada desde nuestro sindicato y para toda la sociedad: el Movimiento Pedagógico Latinoamericano será un espacio que abrirá caminos, apostando a reflexionar, a intervenir y a forjar un nuevo compromiso con la escuela pública y la educación popular; esta vez apelando a la militancia de los trabajadores de la educación, que buscamos más justicia e igualdad con un destino común latinoamericano
Juan B. Monserrat
Secretario General